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sábado, 8 de marzo de 2014

LA EXPEDICIÓN PEDAGÓGICA NACIONAL: UN PRETEXTO PARA PENSAR LA PAZ DESDE LA ESCUELA

PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE PEDAGOGÍA PARA LA PAZ, EDUCACIÓN CIUDADANA Y EDUCACIÓN CÍVICA.



Manizales, Mayo 20-22 de 1999.



CINDE - Universidad de Manizales - RED Pedagogías Constructivistas, Pedagogías Activas y Desarrollo Humano.








LA EXPEDICIÓN PEDAGÓGICA NACIONAL: UN PRETEXTO PARA PENSAR LA PAZ DESDE LA ESCUELA





Alejandro Alvarez Gallego
Coordinador Expedición Pedagógica
Profesor Universidad Pedagógica Nacional




¿QUÉ ES LA EXPEDICIÓN PEDAGÓGICA?[1]

En sentido contemporáneo la Expedición es el conjunto de acciones que busca la afirmación cultural en el re-conocimiento de la multiplicidad y pluralidad de la producción pedagógica y educativa del país para recrearla y recomponerla en un mapa complejo que muestre su diversidad. En este sentido registra los diversos modos como las comunidades educativas enfrentan hoy los desafíos que le plantea la actualidad, da cuenta de aquello en lo que devenimos, de aquello que estamos siendo.
La diversidad y la riqueza de las experiencias pedagógicas y de las prácticas educativas es el resultado de la creatividad de los maestros, de las tradiciones culturales y de las particularidades sociales y económicas de cada una de las regiones del país.

Para descubrir tal riqueza y diversidad, no se requiere un diagnóstico que busque necesidades o problemas (para lo cuál se han dispuesto otro tipo de estrategias), sino de generar nuevas visibilidades mediante las cuales se posibilite la realización de nuevas y fructíferas acciones que a su vez doten de otro sentido a la educación y a la escuela.

Por eso no se trata de una mirada externa a la escuela que podrían realizar  investigadores contratados, son los mismos maestros quienes en el desplazamiento producen un conocimiento sobre ellos mismos y sobre la institución escolar. Así se actualiza la mirada sobre la escuela, volviendo contemporáneo aquello hemos sido.
En ese sentido la Expedición es un re-conocimiento que se hace a través del encuentro directo con los maestros, los jóvenes, los niños, las familias y las poblaciones en general. Más que un frío inventario, que hoy podría hacerse a través de los sistemas modernos de levantamiento de la información (como las bases de datos, por ejemplo). Es un encuentro que requiere movimiento y en tanto movimiento requiere del desplazamiento físico, pero también desplazamiento en el orden del pensamiento. El encuentro en la diversidad produce un extrañamiento que enriquece la percepción frente a lo que se hace, por eso los actores que participan en la expedición y quienes conozcan sus resultados transformarán el modo como pensamos acerca de nosotros mismos, cualificando así la práctica educativa y pedagógica en el país. 
En dichos desplazamientos se va tejiendo un mapa de lo que somos en relación con las prácticas pedagógicas, pero no será un mapa estático sino móvil, porque registra lo que estamos siendo, en medio de las diferencias y de las relaciones de fuerza en las que las diferentes experiencias educativas se van configurando. En ese sentido será un mapa resultado de la superposición de muchos mapas, un mapa fragmentado que da cuenta de los diferentes modos de ser de la educación. No se levantará con coordenadas y convenciones homogéneas, sino de acuerdo con las que tiene cada experiencia. De esta manera se dará cuenta de la diversidad (fundamento de la riqueza que potencia cualquier proyecto de nación) al mismo tiempo que permite el intercambio y así la cualificación de la educación en general.
Desde esta perspectiva, la Expedición sería la expresión más actual del Movimiento Pedagógico que desde la década del ochenta propiciaron los maestros y otros intelectuales colombianos.

¿CÓMO SE HACE LA EXPEDICIÓN?

Los Equipos Regionales de expedicionarios estarán constituidos por maestros de educación básica y media, profesores universitarios e investigadores que realizarán la movilización y las acciones específicas que implican la expedición.

El Desplazamiento consiste en el proceso de reconocimiento de las condiciones, particularidades y especificidad de las prácticas pedagógicas, la acción de los maestros y su relación con la escuela, dentro de una región definida.


Incluye la exploración, el registro, el intercambio y las movilizaciones locales. El equipo expedicionario regional ausculta y construye su propio itinerario y lo adecúa a las condiciones particulares de la región, de acuerdo con sus propios criterios. En esta acción se empieza a registrar bajo  distintas formas aquellos elementos que importa destacar y subrayar,  para comenzar a dar cuenta de lo particular, de lo azaroso, de lo diferencial de las zonas o localidades que se recorren, de las escuelas, de las prácticas y de las relaciones que se observan.


Entre la exploración y el registro proceden procesos de intervención donde el expedicionario realiza intercambios entre lo que va encontrando y su propia experiencia.

Genera o comienza a proponer procesos de movilización de los maestros de las localidades, las autoridades y las poblaciones en general para llamar la atención sobre las condiciones actuales de la educación, las propuestas y las maneras como se están enfrentando las realidades.

El Proceso de la Expedición parte de las redes que en este momento existen, las cuales se van enriqueciendo, cualificando y ampliando durante todo el proceso tanto en términos geográficos, como en sus formas de intercambio. Lo propio de esta fase consiste en consolidar, potenciar y multiplicar las redes, de tal manera que se posibilite expandir sus radios de acción, incorporar nuevos miembros y garantizar así la continuación de un Movimiento Pedagógico Nacional capaz de reconocer y pensar la educación y las condiciones de las escuelas en el país. Se espera crear mecanismos para la articulación de las redes regionales.



¿QUÉ TIENE QUE VER LA EXPEDICIÓN CON LA PEDAGOGÍA PARA LA PAZ?

Uno de los propósitos expresados en el proyecto es el siguiente:
"Identificar las iniciativas, propuestas y acciones que se adelantan en las distintas regiones desde las instituciones escolares en torno a la problemática de la violencia y del conflicto bélico, que permitan la construcción de un tejido conceptual y experimental sobre la pedagogía de la paz en Colombia. Se trata con ello de encontrar diversas formas de construcción de una cultura democrática y de resolución de conflictos tanto en el ámbito institucional como en el de las relaciones de los centros educativos con la vida extraescolar."
A continuación voy a comentar este objetivo a la luz del enfoque conceptual y metodológico que se ha propuesto para la Expedición.
1.     Cuando hablamos de iniciativas, propuestas y acciones que se adelantan en torno a la problemática de la violencia y del conflicto bélico no nos referimos exclusivamente a los proyectos innovadores o a las llamadas experiencias significativas. Nos referimos a la manera como en escuelas y colegios del país se hace pedagogía en medio del conflicto y quizás a propósito del conflicto. Y no solamente en las zonas donde se presenta de una manera mas cruda la confrontación bélica, sino en todo el territorio nacional, porque el país hoy ha reconocido que todos estamos involucrados de una o de otra manera con esta guerra que es nuestra (aunque indudablemente haya factores externos de orden económico y geopolítico que la explican). Reconocernos todos inmersos en la guerra es un paso importante en el camino de la paz, porque nos compromete, nos incita a asumir el conflicto y a construir caminos alternativos y creativos para pensarnos de otra manera. La Expedición debe lograr mostrar esa manera de hacer pedagogía hoy en Colombia, que no es y no puede ser la misma de cualquier otro país. Reconocernos también como un país singular, con una guerra singular, es mirarnos de frente y abandonar la idea de que la violencia es un fenómeno anónimo que acontece accidentalmente. Los maestros y las maestras colombianos somos únicos en ese sentido, de allí que sea importante descubrir las potencialidades que tenemos, porque a pesar de la muerte, la pedagogía sigue siendo una pregunta importante. ¿Cómo pensamos la infancia en medio de esta circunstancias?, ¿cómo enseñamos y qué enseñamos en medio del conflicto?, el rastreo que se haga en torno a estas preguntas nos debe permitir afirmarnos en la diferencia, en nuestras particularidades y desde ahí crecer y resistir.
2.     Acabamos de decir que la violencia no es un fenómeno natural que le acontece a los pueblos como una catástrofe. Para la Expedición Pedagógica es importante develar los rostros de la guerra, los conflictos particulares en los que se produce; la escuela es un buen observatorio para esto y los maestros lo saben, porque lo viven cotidianamente. Ellos saben que no hay hombre o mujeres malos y buenos, sino intereses distintos enfrentados y tramitados a través de las armas y del chantaje. Intereses visibles, de distinto orden, pero identificables; lo que las maestras y los maestros saben sobre la guerra del país es mucho, saben secretos, conocen el alma del conflicto, conviven con él, le conocen sus rostros. Cuanto podría decirle la comunidad de maestros al país en torno a aquellos secretos, sobre el dolor, sobre la rabia, sobre los odios que se tejen en los pueblos y ciudades de todo el territorio... Cuanto pueden aportarle a la paz desde este conocimiento que surge de su convivencia con niños y jóvenes de todas las regiones, con comunidades educativas de todas las culturas, indígenas, negros, campesinos, citadinos.... La expedición debe permitir, si no dar cuenta de todo ese conocimiento, si por lo menos llamar la atención sobre ese saber que está por explorarse y sobre todo por ponerse al servicio de la paz.
3.     Cuando decimos que la Expedición puede dar luces sobre posibles alternativas para la construcción de la paz no nos referimos a la búsqueda de paraísos perdidos. La Expedición no puede trabajar con presupuestos románticos de esa naturaleza. Ya es tiempo de que nos despojemos de esa pesada carga que significa esperar indefinidamente la llegada de una paz armoniosa; tales promesas fatigan e impiden vivir la vida y construir proyectos de sociedad en medio de las diferencias y de los conflictos que nos enriquecen. Reconocernos en la diferencia no es aceptar al otro tal como es, sino combatir permanentemente para que la diversidad se manifieste y no se asesine, para que el conflicto no se elimine sino que se potencie, pero de maneras creativas, que las hay muchas. La Expedición ha de mostrarnos esa riqueza que existe en las comunidades educativas, las múltiples formas de asumir el conflicto más allá de la guerra suicida.
4.     Ahora bien, para algunos sectores la Expedición es un proyecto romántico y tal vez tengan razón. Sí lo es cuando se aventura a recorrer el país a pie en medio de las balas, lo es cuando se propone empoderar a los maestros y maestras que se encuentren en los caminos, cuando parte del supuesto de que poseen un acumulado pedagógico que hay que mostrar y sistematizar, lo es cuando privilegia el reconocimiento de lo que somos y deja por un momento de lado un deber ser que pesa, traído por las doctrinas tecnocráticas de la eficiencia y la calidad tipo exportación. Es romántico si se refiere a la utopía. La Expedición sí busca una utopía, pero para aquí y ahora. Aquí y ahora está en juego la educación pública y la Expedición tiene que ayudar a descubrirla, debe buscarla en la cotidianidad, debe rastrearla en las experiencias significativas y en las no significativas, en el quehacer de los maestros y maestras que todos los días se encuentran con sus estudiantes y con las comunidades, en medio de esta guerra, y construyen conocimiento y construyen valores y tejen sociedad, desde abajo. En medio de esta guerra que también está atravesada por los intereses privatizadores y por las fuerzas que se resisten a volver el país un gran Sanandresito donde todo se compra y se vende, hasta la pobreza.  





[1] La respuesta a las dos primeras preguntas transcriben casi textualmente apartes de la propuesta original que se formuló ya hace un año y que se encuentra en proceso de ejecución a través del proyecto "Apoyo a Redes e Investigación Pedagógica" que financia parcialmente el Fondo MEN - ICETEX.

2 comentarios:

  1. la expedición pedagógica fue un conjunto de acciones realizadas finalizando la década 90 como no lo afirma el documento anterior 1999 una época de mucha violencia especialmente en las zonas rurales del país y cuyos principales actores son los niños y padres de familia y especialmente maestras y maestros que desarrollan sus experiencias pedagógicas y practicas educativas en medio del conflicto implementando la pedagogía para la paz con las llamas zonas francas de paz que no fueron muy bien recibidas por algunos grupos armados.
    En ese sentido es importante la diversidad de contextos para la que deben ser formados los maestros para enfrentar la realidad que viven las comunidades rurales y especialmente las zonas de conflicto del país.

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  2. Espectacular propuesta sobre la resignificación de la practica de los Maestros y su estrecha relación con el contexto. Orgulloso de ser Maestro Rural Colombiano.

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